Resumen
Uno de los enfoques más interesantes adoptados en los últimos años en relación a la formación es el que se refiere a la necesidad de vincularla a todo el ciclo vital de los personas. Reforzando la idea de que la formación trasciende la etapa escolar y los contenidos convencionales de la formación académica, y constituye un proceso íntimamente unido a la realización personal y profesional de los sujetos.
Esta perspectiva de continuidad altera notablemente el sentido y la orientación de la formación que los diversos agentes sociales deben aportar en cada uno de los ciclos vitales de las personas. En definitiva, partiendo de la nueva idea de que los sujetos se forman a lo largo de su vida, se ha ido configurando un nuevo marco de condiciones (estructurales, curriculares, organizativas, etc.) para el desarrollo de la formación.
En diciembre de 1994 tuvo lugar en Roma un encuentro emblemático sobre aprendizaje a lo largo de la vida. Estuvo organizado por ELLI (The European Initiative on Lifelong Learning). Asistieron expertos de buena parte de los países europeos. En esa reunión se planteó la necesidad de concretar la idea, un poco difusa y basada en buenas intenciones pero por lo general notablemente genéricas, en una definición que ayudara a homogeneizar el vocabulario y homologar los diversos enfoques prácticos que fueran surgiendo en los distintos países. (Existe una organización gemela a nivel mundial: la WILL (World lniciative on Lifelong Learning). Ambas llevan a cabo, en sus respectivos ámbitos de competencia, la misión de promocionar los principios y conceptos derivados de los nuevos enfoques del aprendizaje para toda la vida). La definición adoptada fue la siguiente: «Llamamos "aprendizaje a lo largo de la vida" al desarrollo del potencial humano de las personas a través de un proceso de apoyo constante que estimule y capacite a los sujetos para adquirir los conocimientos, valores, habilidades y comprensión de las cosas que van a necesitar y para saber aplicarlos con confianza, creatividad y gozo en cuantos roles, circunstancias y ambientes se vean inmersos durante toda su vida».
La Universidad del siglo XXI ha de ser pensada y ha de actuar desde perspectivas muy diferentes y mucho más abiertas a las nuevas dinámicas, la globalización y el aprendizaje para toda la vida. Varios aspectos resultan especialmente destacables en ese cambio de la formación académica. Podríamos centrar esa nueva cultura en los siguientes puntos:
- Una nueva visión del alumno y del proceso de aprendizaje en su conjunto. La necesidad de re-equilibrar el tradicional sentido homogeneizador de las carreras universitarias con la posibilidad de establecer itinerarios formativos más acordes con las propias necesidades e intereses de los sujetos (visión de la diversidad como un valor y no como un déficit o una dificultad) forma parte de esa nueva visión del alumno como auténtico protagonista, agente y no solo paciente de su formación.
- Plantearse objetivos a medio y largo plazo. La tarea formativa no concluye con la última evaluación. Su efectividad real se ha de medir por el tipo de efectos que la Universidad es capaz de producir a largo plazo: el deseo por aprender, la apertura de frentes que impliquen al sujeto en procesos de mejora constante, el equipamiento con actitudes, técnicas y competencias que lo habiliten para poder seguir aprendiendo por su propia cuenta, etc.
- Mantener una orientación basada en el desarrollo personal y no en la selección.
La Universidad no puede renunciar a un cierto sentido selectivo. Esa es una de las funciones sociales que debe cumplir ya que ha de acreditar la competencia profesional de los sujetos. Se supone que debe hacer de filtro para impedir que se titulen personas que no estén capacitadas para ejercer la profesión. Pero ello no obsta para que su misión fundamental siga siendo la formación y no la selección. Asumimos un compromiso fundamental con los sujetos que desean aprender y prepararse y no sólo con la Administración.
Pensar el aprendizaje y la formación como tarea que se prolongará a lo largo de toda la vida permite dosificar todo lo que se puede enseñar en cada disciplina. Y ya no hay que enseñarlo en el corto periodo de un curso o de los pocos o muchos créditos concedidos en el Plan de Estudios. El interés se centra en sentar las bases necesarias para que el alumno pueda y quiera seguir profundizando en ese ámbito científico cuando deje la Universidad y se incorpore al mundo profesional. - Valorar preferentemente las capacidades de alto nivel (la capacidad de manejo de información, de resolución de problemas, la creatividad, la capacidad de planificación y evaluación de procesos, etc. )
- Actualizar y dinamizar los contenidos del currículum formativo .
A través de tres líneas de acción: actualización permanente de los contenidos y estrategias de aprendizaje para poder incorporar tanto los nuevos conocimiento como las nuevas preocupaciones sociales y las nuevas demandas del mundo laboral; mayor flexibilización del currículo que permita itinerarios diferenciados en función de las particulares circunstancias y preferencias de los sujetos; estructuras curriculares que permitan diferenciar entre contenidos básicos, que pueden figurar como obligatorios, y contenidos que queden ala iniciativa de cada estudiante.
- Dinamizar el ámbito de las metodologías empleadas.
Un papel más activo de los profesores en tanto que guías y facilitadores del aprendizaje. El principal objetivo de la formación es dotarlos de estrategias de integración de las informaciones.
Por otra parte, se requieren modelos interdicisplinares (que favorezcan el trabajo en equipo de los profesores y la visualización complementaria de las disciplinas), sistemas creativos (basados en el descubrimiento que facilite la capacidad para adaptarse a diversos contextos y problemas y a trabajar de forma autónoma en el aprendizaje), la incorporación de nuevas tecnologías como recurso habitual de enseñanza, métodos de aprendizaje que conduzcan al trabajo activo y autónomo, actitud de búsqueda constante y de contrastar datos, llevar a cabo el proceso completo de actuación desde la planificación hasta la ejecución y evaluación de intervenciones, etc.
- Propiciar escenarios alargados de formación.
Lo que posibilta el establecimiento de redes interuniversitarias, vínculos y relaciones estables entre diversas instituciones del mismo país y de países diferentes. Las posibilidades de trabajo compartido, intercambio de experiencias, el establecimiento de módulos curriculares homologables, la preparación de intercambios (movilidad universitaria), etc. Otra de las posibilidades que se abren a la acción formativa es la de establecer nuevas relaciones hacia el exterior. La conexión universidad-empresa que permite una conexión entre teoría y práctica resulta fundamental para poder progresar en un aprendizaje completo.
- Incorporación al currículo de actividades formativas extracurriculares.
Se trata de propuestas curriculares, aportan habilidades y competencias importantes para la vida de los estudiantes. La Universidad no sólo tiene como misión incorporar a los sujetos al mundo laboral, sino también ponerlos en condiciones de disfrutar de la cultura y del ocio al que podrán dedicar una parte importante de su vida. Este tipo de experiencias pueden tener diversas presentaciones; por ejemplo los intercambios con estudiantes de otros países (lo que les obliga a adaptarse a culturas diferentes y a situaciones que resultan novedosas para ellos). Además vienen a reforzar lo que se ha venido en denominar la “dimensión europea” de la formación universitaria y a lo que se ha concedido una notable importancia en la constitución de la identidad europea; actividades de naturaleza social, como la acción social, animación cultural de alguna zona deprimida, voluntariado, etc.; tutoría de compañeros con problemas o estudiantes más jóvenes, y actividades de asociacionismo juvenil de tipo social, político o cultural.
Por tanto, la Universidad en el contexto de la «sociedad del aprendizaje» (es decir, de una sociedad en la que es preciso mantenerse siempre en posición de aprendizaje para poder preservar un cierto nivel de calidad de vida) adquiere una orientación bien diferente: es menos autosuficiente, más centrada en sentar las bases del conocimiento que en desarrollarlo, más comprometida con el desarrollo de las posibilidades reales de cada sujeto que en llevar a cabo un proceso selectivo del que sólo salgan adelante los más capacitados o los mejor adaptados.
Objetivos
- Dar a conocer los contenidos y conceptos relacionados con el aprendizaje para toda la vida, la relación con la alfabetización informacional y el diseño de nuevos entornos de aprendizaje a través de las nuevas tecnologías (espacios de aprendizaje electrónico, plataformas, cursos, máster, doctorados, posgrados, etc.,)
Recursos Generales